Este trabajo, que comprende los años
entre las dos guerras carlistas (1839-1874), trata de explicar cuál fue la
evolución del poder municipal vizcaíno, dentro del estrecho margen de maniobra
que le permitían los otros dos poderes en liza: la Diputación y el Gobierno.
Este último intentaba imponer su modelo de Estado liberal, pero los dirigentes
vizcaínos respondían con el foral.
Para este trabajo se han escogido dos
modelos de población; Barakaldo y Portugalete, situadas en la margen izquierda
del Nervión.
Esta elección no ha sido casual, sino
que se ha tenido en consideración que Barakaldo era una anteiglesia y
Portugalete una villa.
El primero de estos municipios basaba su
economía en una agricultura cuyos excedentes se vendían en los mercados de
Portugalete y Bilbao. También disponía de ferrerías pero, para estas fechas,
las pocas que quedaban por la zona del Regato se encontraban en franco declive.
Estas dos actividades económicas se complementaban con labores de extracción y
acarreo de mineral desde los montes de Triano hasta los puertos del Galindo y
del Nervión.
En cuanto a la villa portugaluja,
sabemos que disponía de una economía más diversificada. De principio, su
agricultura era de carácter comercial, principalmente chacolí, tanto para el
consumo familiar como para la venta en las tabernas de la localidad. Otras
fuentes de ingreso procedían del atoaje y patronaje de los navíos que se
atrevían a cruzar la peligrosa barra de arena de la desembocadura de la ría.
Una vez a resguardo, los barcos debían
pagar tasas a la villa en concepto de supervisión sanitaria, aunque su destino
fuera Bilbao. Ésta era una prerrogativa que la carta puebla le otorgaba a
Portugalete, además del control de la ría desde su desembocadura hasta la torre
de Lutxana.
Otro medio de vida de algunos
portugalujos era la pesca, a pesar de que sufrieran la competencia de las
localidades de Santurtzi y Zierbena.
Por último, Portugalete por su condición
de villa disponía de una serie de servicios (médicos, notariales, comerciales…)
que actuaban como foco de atracción para los pueblos del entorno. Además de los
mencionados, recordaremos que la ubicación costera de la villa favoreció la
creación de una estación de baños en la playa del Salto adonde acudían gentes
procedentes del resto del Estado. Todo ello contribuía a una pujanza económica
que sólo era superada en la provincia por la villa de Bilbao.
Índice reducido
a Portugalete
1.
Introducción 7
2.
El ejercicio del poder en el Señorío de Vizcaya 12
3.
Las corporaciones locales 57
3.2.1.1.
El caso de Portugalete: procedimiento y elaboración de las listas electorales
3.2.2.
Los electos por grupos familiares. Breve historia del acceso a las
corporaciones
locales
y del traspaso de poderes 68
3.2.3.1.
Portugalete: un rol de individuos 80
3.2.4.1.
Notables de Portugalete 90
3.4.1.
Plenos de Portugalete 127
4.1.
Otros sistemas de decisión popular. Entre la readaptación y el desplazamiento
134
4.2.
Distintos organismos municipales. Los ámbitos “menores” y cotidianos del
ejercicio del poder 137
4.3.
Empleados municipales 142
A)
Empleados con capacidad de elitización 142
4.3.1.
El secretario y las actas 142
a)
Los secretarios de Portugalete 143
a)
Los depositarios de Portugalete: red familiar, red social, red política 147
a)
Los profesionales sanitarios en Portugalete 152
B)
Empleados sin capacidad de elitización 158
4.3.5.
La parroquia y sus servidores 158
4.3.6.
La enseñanza primaria en la zona 169
a)
Los maestros de Portugalete 170
a)
Los alguaciles de Portugalete 174
4.3.8.
Los músicos 177
a)
Los organistas 177
b)
Los txistularis y atabaleros 178
4.3.9
El cartero 179
4.3.10.
El enterrador 180
4.3.11.
Peritos y delegados 182
5.
La financiación municipal 185
5.1.
Presupuestos municipales 185
5.2.
Ingresos 192
5.3.
Gastos 197
a)
Profesionales de la medicina 197
b)
Maestros 202
c)
Secretarios 206
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